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Scene 2 (46s)

[Audio] ¿Qué es diagnosticar en psicoterapia? El diagnóstico es fundamental para la prescripción de un tratamiento que permita cumplir con la finalidad de brindar atención adecuada ante un problema de salud. Si el diagnóstico es equivocado la probabilidad de actuar inadecuadamente es alta, e incluso se puede agravar la condición del paciente ( Capurro N & Rada G, 2007). Cuando se trata de salud mental, no es posible contar con criterios externos de validación del diagnóstico. No existen aún, si es posible que existan, test de laboratorio que confirmen o refuten un diagnóstico de manera clara y terminante. Consecuentemente, en este campo el diagnóstico es el resultado de la aplicación del conocimiento, las habilidades y la experiencia de los profesionales de la salud. Esto hace que el mismo se constituya en un problema intrínseco de la clínica ( Kaplan, Sadock & Sadock, 2000)..

Scene 3 (4m 17s)

CONTENIDO TEMÁTICO. El Diagnostico según el modelo médico La evaluación psicoterapéutica Relación entre la salud mental del psciologo y las competencias de la psicoterapia. Metas de evaluación psicoterapéuticas en salud mental El informe de la evaluación La observación y la auto observación en psicoterapia Las técnicas de autoregistro Instrumentos de evaluación.

Scene 4 (4m 36s)

[Audio] El diagnostico según el modelo medico: Este es un proceso por el cual se intenta someter a verificación científica la pertinencia de determinadas manifestaciones clínicas observadas en el paciente. El propósito del diagnostico es: diferenciar el cuadro observado de otros cuadros: otorgarle un nombre que permita comunicarnos acerca de él; establecer pronosticos respecto a su evaluación; Medir los cambios que se producen en esa evoluvión; y realizar estudios sobre la etiología. La Psicología Clínica, como campo de especialización de la Psicología, aplica los conocimientos y técnicas de ésta al estudio del comportamiento que supone algún trastorno para la propia persona y/o para otros… Lo anterior nos lleva a considerar que todo proceso de diagnóstico implica una forma de concebir lo patológico que tiene como contrapartida necesaria una comprensión del funcionamiento normal de la persona. Ahora bien, los sistemas de diagnóstico más extendidos y de uso oficial tanto en la clínica psicológica como en la psiquiatría ( CIE y DSM) se caracterizan por ser ateóricos. Ellos no ofrecen una explicación de las causas y los mecanismos por los cuales la enfermedad se produce, sino que reconocen la multicausalidad de la gran mayoría de los trastornos; y para lograr un sistema clasificatorio capaz de permitir la comunicación entre distintas corrientes y tradiciones, se limitan a diferenciar dichos trastornos en función de los signos y síntomas que se pueden observar ( Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos, 2003). Esta forma de concebir el diagnóstico responde al modelo médico, y debido al prestigio de este último se ha convertido en dominante en los países centrales y en buena parte del mundo. En este modelo los psiquiatras son considerados como médicos especializados en el tratamiento de enfermedades mentales, y en este marco el diagnóstico tiene la función de identificar el trastorno del paciente ubicándolo dentro de una categoría basándose en la evaluación de la información recolectada. Por otra parte, en psicoanálisis y en los modelos psicodinámicos derivados de él se supone que el paciente puede beneficiarse de un tratamiento aún cuando no se realice un diagnóstico en términos de trastorno. En la práctica clínica psiquiátrica los diagnósticos pueden recurrir tanto al modelo médico como al psicoanalítico, considerando las características de cada paciente individual. Así, habrá pacientes para los cuales se pueda establecer un diagnóstico categorial y que puedan beneficiarse de una terapia cognitiva, comportamental, o un tratamiento farmacológico, mientras que otros podrán ser considerados candidatos para una terapia psicodinámica ( Kaplan, Sadock & Sadock, 2000). Todo lo anterior nos lleva a considerar que el diagnóstico en psicoterapia, el lugar que ocupa en el proceso de tratamiento del padecimiento de las personas que consultan y la importancia que adquiere en el contexto de la relación terapéutica son cuestiones abiertas que admiten múltiples respuestas de acuerdo con el paradigma adoptado por el profesional que tiene la responsabilidad de llevarlo a cabo. En consecuencia, la resolución de estás cuestiones está sujeta a controversias que ponen en juego diferencias teóricas y metodológicas, e involucran también el modo en que se enfrentan los conflictos éticos que surgen a partir de la inscripción de la práctica profesional psicológica en un contexto histórico en el que la salud mental recibe mayor atención de los actores involucrados en la salud pública, y los derechos del paciente se suman a los ya reconocidos..

Scene 5 (9m 36s)

[Audio] A pesar de las diferencias en las concepciones del diagnóstico, al considerar los elementos que constituyen este proceso pueden identificarse ciertas etapas que tienen validez más allá del modelo que se adopte ( Capurro N & Rada G, 2007). Ellas son: a) Generación de hipótesis diagnósticas b) Refinamiento de las hipótesis diagnósticas c) Verificación del diagnóstico. Desde la primera entrevista con un paciente, el profesional comienza a plantearse hipótesis diagnósticas. A partir de estas hipótesis podrá elaborarse un diagnóstico presuntivo, que iniciará el proceso destinado a concluir en un diagnóstico definitivo. Los métodos para la generación de hipótesis diagnósticas varían sustancialmente según el modelo teórico y psicopatológico asumido, e incluso presentan diferencias entre profesionales adscriptos al mismo modelo. Puede recurrirse a una aproximación gestáltica e intuitiva, a métodos heurísticos que permiten simplificar el proceso de evaluación, o incluso recurrir al conocimiento de la prevalencia para fundar una conjetura a partir de los síntomas y signos que se pueden observar en el paciente (Capurro N & Rada G, 2007). Estas primeras hipótesis diagnósticas podrán ser refinadas luego incorporando nueva información a la inicial. En medicina es el momento en el que cobran fundamental importancia los análisis de laboratorio y las técnicas de evaluación por imágenes (Capurro N & Rada G, 2007). En el caso de la clínica psicológica y psiquiátrica, el avance de las neurociencias y el desarrollo tecnológico han permitido identificar algunos marcadores biológicos que proveen información para comprender la fisiopatología de determinados trastornos. En este sentido, las pruebas neuroendócrinas permiten detectar alteraciones que en los últimos años se han identificado como importantes marcadores para ciertos trastornos, como ocurre con el cortisol y la dexametasona en el caso de la depresión ( Bustamante Quiroz, 2009). En el mismo registro, la evaluación neuropsicológica, que ha tenido un notable desarrollo en las últimas décadas, ha cobrado importancia como parte del proceso diagnóstico en psiquiatría desde que se comprobara la existencia de déficits cognitivos en muchos trastornos mentales (Bustamante Quiroz, 2009). Por otra parte, al asumir la multicausalidad de los trastornos mentales, algo ya mencionado, cobra fuerza la importancia de la triangulación, es decir la combinación de métodos para la obtención de datos. En este contexto, la evaluación neuropsicológica puede aportar modelos e instrumentos particulares para la evaluación. Para que la evaluación psicológica y la neuropsicológica se beneficien de un trabajo articulado, es necesario que esta última sea considerada con una mirada que vaya más allá de lo cuantitativo, para incluir en el análisis los procesos involucrados, el tipo de errores y las estrategias de los sujetos que se pueden observar durante la evaluación. La integración y complementariedad de los enfoques puede abordarse desde distintas perspectivas y con diferentes objetivos. En cuanto a los aportes que la evaluación neuropsicológica puede realizar al proceso diagnóstico tal como ella es se encuentra el enriquecimiento de la comprensión de las manifestaciones de un paciente; pero también puede ayudar a mejorar la calidad y validez de los instrumentos y técnicas de evaluación ( Leibovich de Figueroa & Schmidt, 2008). La verificación de las hipótesis, si bien puede considerarse como la última fase del proceso diagnóstico, es un momento que comienza a hacerse presente desde que se han elaborado las primeras hipótesis, en la orientación del camino que se toma para obtener nueva información. La verificación no debe interpretarse únicamente en un sentido positivo; a la hora de reducir la incertidumbre, los resultados de un test, o cualquier técnica de evaluación puede estar en función de aumentar la probabilidad de una hipótesis o, por el contrario, de llevarla a un nivel mínimo que permita descartarla, modificando el diagnóstico inicial. El objetivo último es alcanzar un punto en el que se considere fundadamente que ya no es necesario realizar nuevas evaluaciones, y que corresponde iniciar un tratamiento acorde con el diagnóstico resultante. Esto es lo que se denomina umbral terapéutico, y la determinación de este umbral de decisión no es algo fijo, sino que varía entre las distintas patologías, e incluso entre paciente y paciente (Capurro N & Rada G, 2007). El proceso diagnostico: Nos permite caracterizar el comportamiento de un individuo dentro de una categoría diagnostica especifica (Identificar trastornos o diferenciarlos de otros) en las que encontramos unas fases: 1. Recoger la información pertinente mediante una historia clínica detallada. 2. Administración de pruebas para un mejor conocimiento de los síntomas y el perfil psicológico. 3. La complementación de la evaluación biomédica y psiquiátrica. 4. Elaboración de los informes respectivos. A la búsqueda de la clasificación etiológica Se creía que cada enfermedad tenía su causa especifica, en base a esto Pinel volviendo a su sistema hipocrático de clasificación, considero todas las enfermedades mentales como enfermedades originadas por causas físicas. En el siglo XIX se acentuó la impresión de que la patología mental era manifestada de la patología física y se intentó buscar, para explicarla. Kahlbaun se interesó más en los complejos de los síntomas, estaba convencido de que se podría llegar el diagnostico etiologico..

Scene 6 (16m 39s)

[Audio] 1.2. Clasificaciones basadas en la descripción clínica y en la evolución. Se creía que se podría mostrar que las categorías diagnosticas estaban vinculadas a hallazgos neuropatológicos en la autopsia, o que estaría relacionadas con bagaje genético de los pacientes. Kraepelin además se interesó en diferenciar algunos trastornos en síntomas que aunque fueran llamativos, podían aparecer y desaparecer, y los que según él son los que permiten realizar diagnósticos adecuados. Después de esto Bleuler influido por Freud se interesó de cara a su clasificación, por la detección de un supuesto proceso psicopatológico subyacente como el trastorno en el proceso asociativo en el caso de la esquizofrenia. 1.3. Oscilaciones del interés por el diagnóstico y la clasificación en psiquiatría Durante los años siguientes el diagnostico cayo en descredito por la influencia del psicoanálisis que proponía una etiología única a los trastornos psíquicos, se perseguida realizar el diagnostico de una enfermedad psiquiátrica mediante la formulación de una hipótesis y someterla a una validación clínica. Sin embargo en los año cincuenta creció el interés por el diagnostico, al aparecer nuevos tratamientos eficaces. En los años sesenta varias escuelas del pensamiento criticaron la necesidad de clasificación de las enfermedades mentales. En vista de todo ello se intentó obtener diagnósticos más preciosos y se comenzó a subrayar la importancia de la fiabilidad. Críticas desde lo social Es desde el modelo social que se han formulado las criticas más importantes a la utilización del diagnostico en psiquiatría con formulación que constituyen la llamada " teoría del equitamiento" sostiene que la predicción conlleva una tal fascinación por el resultado esperado, que el predictor creería observado en todos los casos. Se trataría de profesa el psiquiatra con un marco de referencia bilógico, psicológico o social. Diagnostico relacional: Lo Social: Dx de las Flias Es difícil definir cuales son las familias que funcionan bien y prestan un apoyo adecuado. Los terapeutas evaluaron a dos tipos de familias la que tenia un familiar con problemas mentales y las familias normales que habían sido evaluadas por terapeutas anteriormente, donde el resultado fue que las familias de los pacientes mentales son las que mejor funcionan a diferencia de las otras familias de las que realmente se adaptadas eran capaces de llegar a decisiones grupales con mucho más facilidad y tenían una tendencia definida a presentar una estructura "matriarcal" o "patriarcal". En las familias más adaptadas había poco o excesiva expresión de los " conflictos". Diagnostico de las instituciones Algunas instituciones recurren, en ocasiones a consultores externos que conozcan bien la teoría psicodinámica y que tengan una experiencia organizativa..

Scene 7 (21m 29s)

[Audio] Podría denirse como el proceso en el que se estudia cientícamente el comportamiento de una o más personas, se explora el contexto en el que se da la conducta o se valora el éxito de programas e intervenciones, con los objetivos de diagnóstico, selección, orientación, recomendación de cambios y valoración de esos cambios, por medio de diferentes procedimientos de recogida de información ( test psicológicos, entrevistas, autoinformes, observación, registros psicosiológicos, etc.). Pretende ser la denominación de la disciplina (como lo pretendían todos los demás términos hasta ahora), pero sin implicaciones teóricas o metodológicas previas. En él caben todas las demás denominaciones empleadas en el pasado y las que se propongan en el futuro como simples maneras de entender y realizar la evaluación psicológica. El objetivo de la evaluación psicológica puede ser: describir, clasificar, predecir, controlar: Describir las características de la personalidad del paciente Clasificar, es decir, enmarcar al paciente en una categoría determinada. Predecir el futuro comportamiento del paciente Controlar determinadas características actuales en una persona para confrontarlas con posibles cambios de comportamiento en un momento posterior. Así, desde el modelo del atributo se analizan variables intrapsíquicas obtenidas mediante procedimientos empíricos, factoriales o racionales, las cuales se supone están presentes en todos los sujetos ( extraversión, dependencia, inteligencia, etc.). Mediante el análisis de estos rasgos, dimensiones o factores se pretende explicar o predecir el comportamiento del sujeto. Por otra parte, desde el enfoque dinámico se emprende el estudio de la estructura de la personalidad desde una perspectiva molar en función de los distintos conceptos psicodinámicos, tales como la estructura del yo, los mecanismos de defensa, entre otros, que forman parte de la teoría psicoanalítica o de los dinamismos propuestos en el que los procesos inconscientes son relevantes. Por su parte, el modelo médico implica el estudio en cada sujeto a partir de sus manifestaciones psicopatológicas y cómo puede ser clasificado según el cumplimiento de una serie de criterios que lo sitúan en una entidad nosológica considerada como « enfermedad mental» ( esquizofrenia, trastorno narcisista de la personalidad, demencia, etc.) y/o en qué medida presenta alteraciones biológicas que subyacen a dichos trastornos (la enfermedad de Alzheimer, el síndrome de Down, etc.). Desde el modelo conductual se emprende el estudio científico del sujeto teniendo en cuenta sus comportamientos motores, cognitivos y psicofisiológicos, variables ambientales en interacción con repertorios básicos de conducta que, se postula, han sido instaurados a través de la historia de aprendizaje del individuo. El modelo cognitivo enfatiza en la explicación del comportamiento el estudio de una serie de estructuras internas, mentales (como la representación, los almacenes de memoria, las distintas fases en el procesamiento de la información, etc.), con especial hincapié en los procesos o estrategias cognitivas que median entre los estímulos y las respuestas o ejecuciones del sujeto. Finalmente, desde el modelo constructivista se postulan un conjunto de variables internas, como el significado que el sujeto asigna a la realidad, su forma de construir el mundo, sus planes futuros, etc..

Scene 8 (26m 29s)

[Audio] a evaluación en psicoterapia consiste, por tanto, en lo siguiente: 1. Análisis del caso: se especifica la demanda y el problema que trae la persona a consulta, se formulan hipótesis que se puedan comprobar, y se contrastan dichas hipótesis. 2. Organización e información de los resultados: se dan respuesta a las cuestiones planteadas por el paciente, se facilita un informe (ya sea de forma oral o por escrito) y se toman las decisiones pertinentes para la intervención. 3. Planificación y puesta en marcha de la intervención psicoterapéutica. 4. Valoración y seguimiento: deben llevarse a cabo nuevas evaluaciones durante el proceso de terapia para saber qué efectos está teniendo la intervención, analizar si se están logrando los objetivos propuestos. Si no es así, hay que replantearse las decisiones que se han tomado y volver a evaluar hasta comprobar que se está consiguiendo lo esperado y la persona está alcanzando sus metas. Ahora bien, el proceso de evaluación no debe terminar inmediatamente después de confirmar la efectividad del tratamiento. No solo es importante que haya surtido efecto la intervención, sino también hay que comprobar que no se desvanezca con el paso del tiempo. Por tanto, se hace fundamental realizar un seguimiento del caso después de un periodo de tiempo que puede variar entre tres meses y un año. Con esto podremos saber si los resultados obtenidos tras la terapia se están manteniendo o no. Como podemos comprobar, la evaluación en psicoterapia no es algo sin importancia que pueda obviarse sin más. Al contrario, es un requisito indispensable si lo que queremos es tener un servicio de garantía y control de calidad, y es lo que distingue a un buen profesional..

Scene 9 (31m 29s)

[Audio] El terapeuta debe tener bienestar emocional, psíquico y social, es importante porque la salud mental afecta la forma en cómo se piensa, siente y actúa cuando se lidia con la vida. También ayuda a determinar cómo maneja el estrés, se relaciona con otras personas y toma decisiones. Un psicólogo para poder ejercer su profesión debe de tener una estabilidad mental como requerimiento laboral. Una persona con pensamientos positivos puede lograr apoyar, comprender y aceptar a otra, en este caso al cliente. Alguien carente de salud mental no puede desarrollar lo mismo en otra, si el terapeuta tiene estabilidad puede mantenerse en su rol, tener contacto personal, conocer sus propias habilidades terapéuticas, ser pacientes, persistentes y trabajadoras. Tener salud mental implica también poder tener proximidad con los demás y ser útiles a los mismos, por tanto, el terapeuta responde activamente y congruentemente a su paciente. También, genera una comunicación no verbal adecuada, emite proposiciones acertadas para la creación de un lazo colaborativo y de confianza. Si la persona se conoce a si mismo puede realizar técnicas verbales como el tanteo, clarificación, reflejo, interpretación, entre otras. Una persona sana mentalmente tiene pensamientos lógicos, toma las cosas con calma y puede llegar a tener un buen humor, es decir, no se toma todo demasiado serio. Incluso, intentan ser comprensivos, tolerantes, generan metas alcanzables, pueden resolver problemas, son críticos. Pero en esencia este tipos de personas no buscan agradar a todos, el psicólogo, por ejemplo, no pretende curar a todos..

Scene 10 (36m 29s)

[Audio] Ayudar a superar la desmoralización: Muchos problemas se deben a tener baja autoestima, falta de habilidades sociales, otros debidos a no saber tomar desiciones o a la falta de empatia. En estos casos, la meta o el objetivo terapéutico es orientar/enseñar a que las dificultades sean vistas como desafíos que podemos enfrentar y que no sean vistos como amenazas; de está manera, se reduce el grado de desmoralización y la persona puede adaptar los cambios necesarios para modificar su conducta y actitud en busca de posibles soluciones ante las adversidades que nos encontremos en el momento. Problema= reto Problema no es amenaza Afianzar la competencia personal: Para esto se hace necesario aprender a dirigir nuestra conducta con determinadas estrategias como: Pensar en conductas concretas en lugar de definiciones globales. Hay que pensar "hoy estoy triste" que es una emoción en lugar de pensar "Estoy deprimido" llevándolo a un estado más agudo de lo que podría ser en el momento. Pensar en la solución de un problema como "Como puedo cambiar esto?"; tener un pensamiento practico; buscar pequeñas metas accesibles en lugar de grandes logros y querer dar pasos agigantados en poco tiempo en vez de hacer un escalón a la vez y que esas metas sean más cercanas cada vez; pensar en el futuro y no en lo que ya pasó. Superar conductas de evitación: Huir de los problemas o dificultades y de las situaciones estresantes y difíciles de la vida es uno de los problemas habituales de las personas. La terapia para superar las conductas de evitación tratan mediante estrategias y entrenamiento a enfrentarse a esas situaciones que provocan miedo y producen ansiedad. Ser consciente de las propias ideas erróneas: Este aspecto es el que más les cuesta a las personas en desarrollar porque en la mayoría de las veces no tienen idea que se hacen ideas erróneas de las situaciones o conductas en su entorno. Las personas pueden sacar conclusiones erróneas que condicionan su vida por tener una percepción irreal o excesivamente rigurosa de las cosas, dando lugar a la perdida de su autoestima o desarrollar un sentimiento de inutilidad que condiciona su percepción del mundo, comportamiento y actitud de vida. Fijarse metas irreales, ser bastante perfeccionista, riguroso o tener metas inalcanzables pueden desembocar en sentimiento de fracaso. EL terapeuta trata de poner de manifiesto estas distorsiones cognitivas e ideas irracionales al descubierto para que se vuelvan conscientes y así puedan ser modificadas. Enseñar a aceptar las realidades de la vida: Es necesario reconocer y aceptar las cosas que se pueden cambiar y trabajar para transformarlas si es nuestro deseo siendo realistas. No hay que luchar batallas que desde un inicio no vamos a darla toda por ganarlas. Lograr el equilibrio entre los deseos, la imaginación y la acción es el símbolo de madurez en un individuo. El terapeuta ha de orientar para que la persona llegue a distinguir la realidad de la ficción y a aceptar lo posible de lo imposible de forma que la persona no caiga en la frustración mediante herramientas que se brindan a medida que se avanza en las sesiones terapéuticas. ¿Cómo establecer objetivos terapéuticos para asegurar una psicoterapia exitosa? Lo primero es que entender que un objetivo es un sueño al que le damos un plan, trazamos un camino para conseguir este sueño que va alineado con algo importante, ligado con un valor, con algo que mueve a la persona a querer conseguirlo. Los objetivos permiten que las personas se muevan desde un estado presente hacia un estado deseado… es lo opuesto a pensar en problema, es decir, es centrarnos en lo que se quiere conseguir y avanzar hacia allá. Entonces, establecer objetivos en psicoterapia es fundamental ya que la gente va a terapia porque hay alguien que quiere cambiar, algo que quiere alcanzar, y somos nosotras quienes tenemos que acompañar a co-construir ese objetivo y acompañar en el trazado de ese mapa para alcanzarlo, pero ¿cómo hacerlo? Existen 7 reglas útiles para plantear buenos objetivos en psicoterapia: 1. EXPRESADO EN POSITIVO Debe describir lo que se quiere alcanzar, no lo que se quiere evitar o lo que no se quiere. Esto ayuda a fijar la atención en lo que se quiere conseguir, ayuda a moverse hacia esa meta. Algunas preguntas útiles para esto son: ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué quieres en lugar de lo que tienes? ¿Qué preferirías tener? Entonces ya me nombraste todo lo que va mal/ no te gusta/ no quieres tener, ¿Qué es lo que si te gustaría? 2. ESPECÍFICO Con cosas materiales esto suele ser fácil, por ejemplo, "quiero un auto nuevo", sin embargo con temas mas os esto se vuelve un poco más difícil, por ejemplo, "quiero ser feliz". Para esto es necesario definir específicamente cuales serán los indicadores o las pruebas que permitirán saber que se ha alcanzado el objetivo. Mientras más cercanos en el tiempo sean los objetivos, es más fácil ser especifico y definir cuándo, dónde y con quién alcanzarlos. Algunas preguntas útiles: ¿Qué es exactamente lo que quieres? ¿Puedes describirlo con mayor precisión? ¿Qué, exactamente, verás, oirás y/o sentirás cuando lo alcances? ¿Cuánto tiempo necesitas para alcanzarlo? ¿Cuándo quieres alcanzarlo? 3. DEFINIR CÓMO OBTENER LA PRUEBA Y EL FEEDBACK DEL LOGRO DEL OBJETIVO Además de definir lo que la persona verá, oirá y sentirá como prueba de haber logrado su objetivo, es fundamental poner atención al feedback que se recibe o se puede perder el avance en el camino hacia alcanzarlo. Preguntas para esto son: ¿Cómo medirás tu progreso hacia el objetivo? (Con relación a si mismo y a los demás) ¿Con cuánta frecuencia medirás tu progreso? ¿Cómo sabrás que has logrado tu objetivo? ¿Qué señales te servirán a lo largo del camino? ¿Cómo sabrás que vas por buen camino hacia tu objetivo? 4. ORGANIZAR LOS RECURSOS PROPIOS Se necesitan recursos para este viaje, durante el viaje, no solo cuando se haya llegado. Los recursos pueden ser: objetos, personas, tiempo (¿ cuentas con el tiempo necesario para alcanzar tu objetivo?, si no es así ¿cómo piensas conseguir este tiempo?), modelos (¿quién ha logrado obtener este objetivo? ¿Qué aprendes de esa persona?) y cualidades personales. Para organizar estos recursos sirven las siguientes preguntas: ¿Qué recursos vas a necesitar para alcanzar tu objetivo? ¿Qué recursos ya tienes disponibles? ¿Dónde encontrarás los recursos que necesitas? 5. PROACTIVIDAD Para alcanzar un objetivo, es la persona interesada quien debe moverse, no la terapeuta, por eso es tan importante que el objetivo planteado tenga un sentido para la persona, sea coherente con sus sueños. En este punto es fundamental usar la " voz activa", es decir, hablar de lo que se hace donde se incluyen palabras de acción y responsabilidad, por ejemplo "hice tal cosa", "cuando tu hagas…". Es clave el uso del lenguaje para establecer la proactividad en el paciente y para eso sirven las preguntas: ¿Hasta que punto controlas ese objetivo? ¿Qué vas a hacer al respecto? ¿Qué harás para alcanzar tu objetivo? ¿Qué puedes ofrecer a los demás que los motive a ayudarte? 6. PONER ATENCIÓN A LAS CONSECUENCIAS MÁS AMPLIAS Toda acción tiene consecuencias en el entorno, no solo en la persona que ejecuta esa acción, entonces cada objetivo que se persiga va a tener consecuencias tanto para el paciente como para su entorno y esto es algo que se debe considerar. Preguntas: Al alcanzar tu objetivo ¿Cuáles son las consecuencias para otras personas? ¿Cuál es el costo en tiempo, plata y oportunidades? ¿A qué podrías tener que renunciar? ¿Cómo quedará afectado el equilibrio entre los diferentes aspectos de tu vida ( relaciones, ocio, ámbito profesional, salud, etc.) cuando alcances tu objetivo? ¿Qué hay de importante en las circunstancias actuales que, quizás, tengas que dejar atrás? 7. PREPARAR EL PLAN DE ACCIÓN Es definir los pasos a seguir para alcanzar el objetivo. Requiere motivación, por eso sirve que los objetivos sean difíciles pero realistas, que se requiera esfuerzo pero que, a la vez, sean posibles de alcanzar. Un objetivo a largo plazo se puede ver muy difícil de alcanzar, por eso en este plan de acción se deben ir definiendo metas pequeñas, pequeños pasos para ir alcanzo el gran objetivo final. Plantear claramente los objetivos de tratamiento nos ayuda a tener una terapia más efectiva con un camino claro a seguir. ¿Cómo estabas estableciendo los objetivos de tu terapia? ¿por cuál elemento de los planteados vas a comenzar?.

Scene 11 (48m 1s)

[Audio] Las fases del proceso de evaluación psicológica consisten en evaluar el problema abordado, una vez teniendo en cuenta las características del caso se procede con la elaboración de la hipótesis para seleccionar conductas que son de relevancia para el respectivo tratamiento según la hipótesis planteada, después de este proceso se valoran los resultados obtenidos en la terapia y finalmente se realiza un seguimiento al paciente para constatar su mejoría. El informe debe estar estructurado de la siguiente manera, datos del examinador, identificación del paciente: nombre, edad, religión, estado civil, dirección domiciliaria, nivel de educación, ocupación, lugar y fecha de nacimiento; en el motivo de consulta el paciente menciona las causas que lo llevaron a acudir a consulta psicológica, en la descripción personal se anotan las observaciones realizadas en la entrevista, su postura, si colaboró con la información, la fluidez en lo que mencionaba y su estado anímico. Se incluye la historia familiar, donde se descubren los antecedentes familiares, cuántas personas viven en el hogar, si es hijo único, se debe indagar en las relaciones entre los miembros de la familia, conocer si existen conflictos o vive en un ambiente estable. Se agregan datos pre, peri y postnatales para descartar o conocer si existe alguna dificultad orgánica. En datos escolares se indaga en el rendimiento académico, la forma de relacionarse con los demás compañeros y si presenta algún conflicto que le esté ocasionando molestias en la actualidad, se agregan otras áreas como laboral y sexual. En el informe se anexan los datos obtenidos en los reactivos psicológicos aplicados al paciente, pueden ser test proyectivos y psicométricos, se descarta si existe algún daño orgánico, se evalúa la personalidad, si existe depresión con intentos suicidas, problemas de ansiedad, adicciones, estos reactivos se aplican dependiendo del motivo de consulta para tener constancia de lo que el paciente menciona en la entrevista, con pruebas psicológicas. Después de anotar los resultados obtenidos en los test aplicados se procede a colocar el diagnóstico con la respectiva codificación, tratamiento y se indica si el pronóstico es o no favorable, dependiendo de la predisposición que muestre el usuario y el apoyo del contexto familiar. Finalmente se hace un breve resumen de toda la información y datos recolectados durante el proceso ( Mancilla, 2012). La finalidad del informe psicológico es que exista constancia de la información obtenida en todo el proceso de intervención, debe tener coherencia en lo que se ha escrito, para que sea entendible en caso de que existan peticiones de procesos legales, evitar que en el informe no estén bien detallados las características y particularidades del paciente, luego de todos los datos obtenidos, tomando en cuenta la estructura de la información se procede a concluir esta fase de la evaluación. La entrevista está conformada por el psicólogo y el paciente, es importante identificar las técnicas que serán utilizadas durante el proceso psicodiagnóstico, debido a que son fundamentales para el terapeuta en la intervención, el entrevistador tiene que ejercer un papel fundamental en la interacción con el entrevistado, debe brindar confianza, establecer rapport, escuchar la petición del usuario, realizar las respectivas preguntas, para que éste pueda expresar sus sentimientos y opiniones, mostrar empatía, tolerancia y ética profesional. • En la aplicación de la entrevista el profesional realiza varios tipos de preguntas con el propósito de recolectar la mayor información posible, pueden ser preguntas abiertas, es decir el entrevistador puede expresar sus sentimientos y emociones y además extenderse en la información; en las preguntas cerradas son respuestas concretas, cortas y exactas. • Se llevan a cabo test psicométricos y proyectivos. Las técnicas proyectivas se realizan con el objetivo de identificar conflictos emocionales de su interior y que se ven reflejados en su entorno, analizando el inconsciente de cada persona. Los test psicométricos se encargan de evaluar los comportamientos, sus actitudes, características y su cognición, permitiendo que la evaluación sea más precisa con resultados exactos. • En niños y adolescentes es factible utilizar técnicas del enfoque cognitivo conductual, debido a que en muchas ocasiones sus emociones, sentimientos, situaciones conflictivas se ven expresadas en el comportamiento que demuestran a los demás. En los menores una de las técnicas empleadas es el juego, en donde se analiza el desarrollo intelectual y psicomotor.

Scene 12 (53m 30s)

[Audio] Características y tipos de observación La observación sistemática constituye un método directo para la recogida de información que juega un importante papel, tanto en la realización del análisis funcional como en la evaluación de la eficacia de la intervención terapéutica. En líneas generales se caracteriza por lo siguiente: 1. Por el estudio del comportamiento externo y espontáneo del sujeto, tratando de determinar y cuantificar las dimensiones de conducta, así como las variables que las mantienen. 2. Por realizar la recogida de información normalmente en el medio natural del cliente con un mínimo de inferencia (no es interventiva ni reactiva). 3. Por el seguimiento en la recogida de datos, garantizándose una continuidad temporal. 4. Por la preferencia por los estudios idiográficos, aunque sin excluir a los nomotéticos. Observación pasiva o activa. La primera se produce en una fase exploratoria del estudio, en la cual el objetivo todavía no está bien definido, el grado de control externo es mínimo o inexistente y no es posible que se haya formulado ninguna hipótesis. La segunda es aquella en la que el objetivo ya se ha definido, el grado de control externo es elevado y en la que se formulan o no hipótesis confirmatorias. 2. Grado de participación del observador. Como la observación es una metodología no interventiva y por consiguiente no reactiva, el grado de control interno es mínimo o nulo. Desde este punto de vista se puede establecer una gradación en las siguientes: a. Observación no participante. No existe ningún tipo de relación entre el observador y el observado (por ejemplo: grabando en vídeo al alumno que lleva el chándal rojo). b. Observación participante. Existe una iniciativa del observador acerca del observado (por ejemplo: en el diálogo o en la entrevista clínica). c. Participación/observación. El observador y el observado pertenecen a un grupo natural de sujetos (por ejemplo: madre- hijo, profesor-alumno, etc.). d. Autoobservación. Cuando el observador coincide con el observado. En este caso, conviene distinguir entre autoobservación de conductas heteroobservables, en donde se puede contrastar con el registro de un observador externo, y autoobservación introspectiva, que se refiere a vivencias experimentadas en primera persona. 3. Observación directa o indirecta. La observación directa es la que permite el registro en vivo de conductas directamente perceptibles mediante el canal sensorial pertinente (visual y/o auditivo generalmente), con muy escaso nivel de inferencia, y con predominio del componente perceptivo sobre el interpretativo. La observación indirecta implicaría la existencia de conductas interpretativas. Ejemplos de ella son: sistemas de indicadores de un estado emocional, textos documentales que pueden ser sometidos a un análisis de contenido —como la carta dejada por un suicida— o datos verbales obtenidos mediante entrevista, entre otros. La autoobservación nos va a ayudar a conocernos a nosotros mismos, ya que nuestras propias variables internas nos van a ofrecer datos sobre por qué nos comportamos de una determinada manera. La autoobservación aumenta el crecimiento de nosotros mismos y, a veces, descubrimos cosas de las que no somos conscientes. Al ser esto una técnica, tiene unos objetivos macados; el psicólogo, tras entrenar al sujeto, le pide que se autoobserve para alcanzar datos difíciles de conseguir por éste por su intimidad. La autoobservación nos permite auto-controlarnos, porque podemos prever nuestro comportamiento y así poder controlarlo; cuanto más conocimiento tengamos de nosotros mismos, más podremos auto-controlarnos y mejor nos adaptaremos. Por tanto, la autoobservación consiste en una conducta deliberada de un sujeto que se da cuenta de otras conductas de sí mismo. Ésta siempre tiene una meta y es un doble proceso porque engloba el auto-análisis y el registro. La autoobservación puede ser útil como elemento motivador porque la persona se conoce mejor y puede provocar cambios, los cuales, si son buenos, actúan como refuerzo. La autoobservación también puede hacerse retrospectivamente, aunque la reconstrucción del pasado no sea exacta. También es importante hacerla para conocer la forma de pensar del sujeto, para conoce que punto de vista tiene él de las cosas.  Limitaciones de la autoobservación: El mayor problema es la reactividad del sujeto, ya que al autoobservarse altera su propio comportamiento, lo cual puede eliminarse dándole un periodo de adaptación a la situación. Además hay que explicarle muy bien lo que debe autoobservarse, sino los datos no sirven y, aún así, éstos pueden ser imprecisos. La imprecisión tiene que ver con la cultura de la persona (los de niveles bajos será más difícil que puedan autoobservarse); nuestro mundo interno se construye en base a nuestro lenguaje, si alguien tiene bajo nivel de lenguaje, su mundo interno está limitado, y nos dará datos imprecisos. También hay que tener en cuenta el ciclo vital.  Procedimientos y técnicas de autoobservación Nos autoobservamos con un fin que siempre es mejorar. Para ello, podemos autoobservar: - El nivel motor: Moverse, andar, come, etc. - La comunicación: Como hablamos con los demás y con nosotros mismos. Obtener información de la comunicación interna solo es posible mediante la autoobservación. - El nivel oréctico/emocional: Emociones y sensaciones, y saber por qué se han producido. - Nuestras respuestas psicofisiológicas: Sudoración en las manos, enrojecimiento de piel, latidos del corazón (que nosotros no lo percibimos y él si), etc. Hay que determinar las unidades de análisis y los tipos de registro, ya que a veces, interesa registrar lo que ocurre pero otras nos interesa registrar lo que no sucede, así como el momento en el que (no) ocurre. Hay que registrar las unidades de medida para la autoobservación, que son la ocurrencia, duración e intensidad (información de la percepción del sujeto), las cuales dependerán del tipo de observación. Normalmente nos interesa recoger un análisis funcional de comportamiento, es decir, como se encadenan estas conductas: 1. Antecedentes: Estímulos discriminativos, claves internas o externas que nos llaman la atención y nos altera. 2. Conducta: Comportamiento diana que quiero observar. 3. Consecuentes: Lo que ocurre después de la conducta, es decir, los efectos internos o externos. Ej: Pepita oye una canción ( antecedente) que le recuerda a su ex novio que la dejó, por lo que se pone a llorar (conducta) y, al ver que la gente la mira, se va del bar (consecuente). Para observar nuestro comportamiento, es importante que haya, por lo menos, cinco variables a analizar: momento, lugar, actividad que se realiza, presencia de otra gente y variables internas ( pensamientos y emociones). Los resultados de las acciones ( producto de comportamiento) pueden ser la cantidad, el tiempo, etc., y a veces, es más importante observar esto que la conducta en sí. La autoobservación no debe ser aversiva, por que acarrea consecuencias negativas, por lo que no puede hacerse con ciertos pacientes (ej: obsesivos).  Momentos de observación y de registro La autoobservación no se debe hacer todo el rato, hay que elegir bien los intervalos, recogiendo datos en momentos concretos. Hay que usar muy bien la forma de registro.  Técnicas de autoobservación Las condiciones para un registro es que todo tipo de auto-registro debe ser fácil de llevar y de usar, así como compatible con la forma de vida del sujeto. Las formas de registro son:  Técnica de lápiz y papel.  Diarios conductuales/ registros narrativos: Es un instrumento positivo y sensible en el que se relatan libremente las emociones, ideas y acciones (sin mezclarlas), pero aparecen ciertas experiencias de la persona ya definidas. Este método nos permite contextualizar al sujeto, darnos una idea global de él. La pega de este diario (que también puede hacerse con una grabadora) es que, normalmente no se lleva encima en todo momento y, por tanto, se mezclan diferentes momentos del día.  Ficha de autoobservación: Es muy útil y sencilla, y nos da información puntual sobre si una conducta ocurre o no. Ésta es fácil de manejar y de construir, dándonos datos muy precisos ya que pueden ponerse otras unidades de medida además de la ocurrencia. La ficha de autoobservación solo nos permite comprobar comportamientos muy aislados o específicos; para que sea más completo, puedes poner cuando realizas esa conducta, intervalo, cantidad, etc.  Registro de conducta o comportamiento: Dentro de éste pueden estar: - Registros gráficos: Se hacen con análisis de signos. Son buenos porque son rápidos al cambiar las palabras con signos (adecuado para niños). - Dispositivos mecánicos: Son una forma de auto-registro sencilla pero eficaz, ya que con ella puedes saber la frecuencia de diferentes tipos de comportamiento. Ej: " contador de respuesta": se basa en pasar una moneda de un bolsillo a otro cada vez que se dé una conducta; "miniábacos": meter varias bolas (cada una de un color representando un comportamiento) en una cinta. Esto facilita mucho la cuantificación y, tras ello, hay que escribir todo con lápiz y papel para obtener los datos exactos mediante un gráfico. Nos da la (no) frecuencia. - Técnicas cronométricas: Nos permiten analizar a duración y se usan mucho. - Técnicas electrónicas/automáticas: Nos pueden ayudar pero deben ser fáciles de adaptarse. Sirven para grabar narrativamente lo que te va sucediendo. - Un autor vio que ciertos pacientes sabían autoobservarse, pero que no sabían registrar la información, por lo que decidió poner un contestador para que le fueran dando la información oralmente. Esto, hoy día, puede hacerse mediante videoconferencias, e-mail, etc.  Indicaciones prácticas para la autoobservación La motivación es muy importante en la autoobservación porque sino el sujeto lo hará con poca gana y no nos dará datos útiles. Además, como a veces les cuesta registrar lo que observan, hay que hacerles ver que su memoria es frágil (preguntando cosas del pasado) y hacer que así se esfuercen en registrar todo los que observan, sienten, etc. Además, y muy importantes, hay que enseñarles para que se autoobserven, empezando con pequeñas conductas fáciles de autoobservar y registrar, practicando durante varias sesiones con situaciones reales, etc., para ir incrementando después la dificultad hasta llegar al punto que queremos. Tenemos que ayudarle y enseñarle a hacer el registro, seleccionando la técnica de registro idea para cada él y enseñarle a usarlo, así como determinar claramente las unidades de análisis y de medida. Tras haber hecho la autoobservación, hay que hacerle un feedback al sujeto, diciéndole qué hemos corregido y agradeciéndole que nos haya prestado esa ayuda. Además, tras esto, podemos animarle a que se auto-premie o auto-elogie ( ej: ha dejado de fumar, que el dinero que se ha ahorrado se lo gaste en lo que quiera). Toda autoobservación tiene que producir efectos positivos, ya que si da como resultado solo efectos negativos, no se ha de llevar a cabo. De todos modos, toda autoobservación tiene ambos efecto, por lo que hay que saber controlar los negativos. A veces las personas fracasan porque tienen que autoobservar sus hábitos que los hacen de forma automática y no se dan cuenta (ej: morderse las uñas), por lo que tienen que aprender a discriminarlos mediante un estímulo que se presente cuando se da la conducta (son los más difíciles de autoobservar). También hay hábitos emocionales y cognitivos, que son aún más difíciles de autoobservar.  La precisión de la autoobservación Para saber si los datos de una autoobservación son fiables, tenemos que compararlos con otros que hayamos obtenido con otros medios, teniendo en cuenta ara ello variables como: - Tener a alguien del entorno observando también el comportamiento, sin que sepa quien es. - Reforzar e esfuerzo por hacer la autoobservación. - Tener en cuenta el tipo de conducta unas son más fáciles de autoobservar, motoras, que otras, auto-mensajes) y valor de la perronaza (lo importante para él lo autoobservará mejor). - El tipo de registro puede mejorar o empeorar la autoobservación. - Si está haciendo varias cosas, éstas pueden interferir en la autoobservación. - Entrenar a la persona bien para que la autoobservación sea válida y fiable. Hay dos elementos que van a hace más imprecisa la autoobservación: - Reactividad: Cuando el sujeto se autoobserva, está provocando reacciones que no son habituales, por lo que los primeros datos no son importantes y hay que esperar a cuando el sujeto se haya adecuado a la situación de autoobservación. - Subjetividad de la conducta: Lo mejor es decirle que se autoobserve en momentos puntuales, teniendo en cuenta que lo hace para conseguir algo.  Consideraciones adicionales La autoobservación también es una técnica terapéutica y diagnóstica, que nos sirve para ayudar al sujeto a través de sus propios ojos. Si el sujeto se está autoobservando deja de ser pasivo y empieza a ser consciente de que su actitud tiene influencia en el medio y hasta que punto la tiene, con lo que logramos que éste entienda que es posible el cambio tanto suyo como del medio porque ahora es él quien tiene el control. Las anotaciones del sujeto son importantes para el psicólogo porque escribe lo que realmente le preocupa, aclarándonos así las metas que desea conseguir y sus capacidades mismas. Si la autoobservación es negativa se vuelve contra el sujeto, pero si usamos la reactividad adecuadamente podemos realizar comportamientos positivos con ella y que el cambio le sea más fácil. Hay que tener en cuenta también qué le pedimos al sujeto que observe, ya que no es lo mismo la facilidad de conductas motoras que la gran dificultad que tiene la autoobservación de los hábitos emocionales, por ejemplo. La autoobservación hace que la persona participe tanto en la evaluación como en el diagnóstico y en el tratamiento..

Scene 13 (1h 12m 27s)

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