EFECTO INVERNADERO Y CAMBIO CLIMATICO.
Que es el efecto invernadero?. El efecto invernadero se define como un fenómeno natural por el que unos gases determinados que componen la atmósfera retienen parte de la energía solar reflejada por el suelo, absorbiéndola y transformándola en un movimiento molecular interno que produce un aumento de la temperatura. Las actividades humanas han aumentado las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), como el dióxido de carbono (CO 2 ), potenciado su efecto..
Qué es el efecto invernadero? | iAgua.
Causas del efecto invernadero Son varias las causas que han intensificado las emisiones de GEI y, por tanto, del efecto invernadero, entre las que se encuentran: La combustión fósil, de biomasa y de residuos. La producción y uso de aerosoles que tienen una gran influencia en el tiempo de vida de las nubes y en la precipitación, que se componen de vapor de agua (gas GEI) que refleja la luz solar enfriando el planeta. Cambios en los usos del suelo como la tala y la quema de bosques ( ej : Amazonia) para combustión alterando el albedo superficial. Algunas actividades agrarias como la fermentación entérica como consecuencia del proceso digestivo de los herbívoros, descomposición en condiciones anaerobias (sin oxígeno) del estiércol generado por especies pecuarias o los cultivos de arroz bajo riego. El tratamiento anaerobio de aguas residuales domésticas e industriales. La fundición del aluminio, la fabricación de semiconductores y la transmisión y distribución de energía eléctrica, emitiendo los gases GEI: PFCs y SF6..
Consecuencias del efecto invernadero El efecto invernadero conlleva un cambio climático en cuanto al aumento de la temperatura global. Desencadena colapsos en las corrientes marinas, en los movimientos atmosféricos y en las dinámicas terrestres en general como es el aumento del nivel del mar, desplazamientos de especies, desaparición de especies, cambios en el ciclo hidrológico, deshielo de los polares, etc. Además, según el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el efecto invernadero ha potenciado los casos de malaria, salmonelosis, diarreas causando deshidratación en los niños y otras infecciones intestinales. Desde 1750, se estima que las actividades humanas han aumentado el calentamiento global con un forzamiento radiactivo de 1,6 W/m2..
¿Cuáles son los gases de efecto invernadero? Los gases en la atmósfera que absorben la radiación infrarroja procedente de la Tierra o radiación saliente son conocidos como Gases de Efecto Invernadero (GEI). Entre ellos se encuentran el dióxido de carbono, el vapor de agua, el óxido nitroso, el metano y el ozono. Además, hay una serie de GEI artificiales generados por el ser humano, como los halocarbonos (como los CFCs , HCFCs , HFCs y los PFCs ) y otras sustancias con cloro y bromo, regulados por el Protocolo de Montreal, a excepción de HFCs , PFCs y SF6. En porcentaje, el CO2 es el que más ha contribuido al forzamiento radiactivo positivo con 1,66 W/m2, seguido por el CH4 con 0,48 W/m2, el ozono troposférico con 0,35 W/m2, el N2O con 0,16 W/m2 y algunos halocarbonos..
EL CAMBIO CLIMATICO. El cambio climático se refiere a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Estos cambios pueden ser naturales, por ejemplo, a través de las variaciones del ciclo solar. Pero desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas. La quema de combustibles fósiles genera emisiones de gases de efecto invernadero que actúan como una manta que envuelve a la Tierra, atrapando el calor del sol y elevando las temperaturas. Algunos ejemplos de emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático son el dióxido de carbono y el metano. Estos proceden del uso de la gasolina para conducir un coche o del carbón para calentar un edificio, por ejemplo. El desmonte de tierras y bosques también puede liberar dióxido de carbono. Los vertederos de basura son una fuente importante de emisiones de metano. La energía, la industria, el transporte, los edificios, la agricultura y el uso del suelo se encuentran entre los principales emisores..
Las concentraciones de gases de efecto invernadero se encuentran en su nivel más elevado en 2 millones de años Y las emisiones siguen aumentando. Como resultado, la temperatura de la Tierra es ahora 1,1 °C más elevada que a finales del siglo XIX. La última década (2011-2020) fue la más cálida registrada. Mucha gente piensa que el cambio climático significa principalmente temperaturas más cálidas. Pero el aumento de la temperatura es sólo el principio de la historia. Como la Tierra es un sistema, en el que todo está conectado, los cambios de una zona pueden influir en los cambios de todas las demás. Las consecuencias del cambio climático incluyen ahora, entre otras, sequías intensas, escasez de agua, incendios graves, aumento del nivel del mar, inundaciones, deshielo de los polos, tormentas catastróficas y disminución de la biodiversidad..
El cambio climático puede afectar a nuestra salud, a la capacidad de cultivar alimentos, a la vivienda, a la seguridad y al trabajo. Algunos de nosotros ya somos más vulnerables a los impactos climáticos, como las personas que viven en pequeñas naciones insulares y otros países en desarrollo. Condiciones como el aumento del nivel del mar y la intrusión de agua salada han avanzado hasta el punto de que comunidades enteras han tenido que reubicarse, y las prolongadas sequías están creando un riesgo de hambruna. Se prevé que en el futuro aumente el número de «refugiados climáticos». Muchas soluciones al cambio climático pueden aportar beneficios económicos al tiempo que mejoran nuestras vidas y protegen el medio ambiente. También contamos con acuerdos globales para guiar el progreso, como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París. Hay tres amplias categorías de acción: reducir las emisiones, adaptarse a los impactos climáticos y financiar los ajustes necesarios. El cambio de los sistemas energéticos de los combustibles fósiles a las energías renovables, como la solar o la eólica, reducirá las emisiones que provocan el cambio climático. Pero tenemos que empezar ya mismo. Aunque una coalición cada vez más numerosa de países se compromete a alcanzar las emisiones cero para 2050, alrededor de la mitad de los recortes en las emisiones deben producirse antes de 2030 para mantener el calentamiento por debajo de 1,5 °C. La producción de combustibles fósiles debe disminuir aproximadamente un 6 % anual entre 2020 y 2030. La adaptación a las consecuencias del clima protege a las personas, los hogares, las empresas, los medios de subsistencia, las infraestructuras y los ecosistemas naturales. Abarca los impactos actuales y los probables en el futuro. La adaptación será necesaria en todas partes, pero debe darse prioridad ahora a las personas más vulnerables y con menos recursos para hacer frente a los riesgos climáticos. La tasa de rendimiento puede ser alta. Los sistemas de alerta temprana de catástrofes, por ejemplo, salvan vidas y bienes materiales, y pueden aportar beneficios hasta 10 veces superiores al coste inicial..